dimecres, 6 de febrer del 2013

Love is in the air, everywhere I look around.


A veces, no hay nada más triste que un recuerdo feliz. El saber que no vas a poder revivirlo, que no vas a volver a sentir lo mismo que aquellos días pasados… 

Estar enamorado. ¿Qué es eso? Mucha gente lo describe como algo bonito, otros dicen que es la razón de la existencia, otros maldicen estar enamorados por lo duro que es no ser correspondido... el amor es el sentimiento más fuerte del mundo. Puede salir bien, puede salir mal, puede acabar siendo una mentira, puede haber traición, se puede pasar mal... pero, ¿hay algo más bonito? ¿Hay algún riesgo mejor que correr? Cuando te enamoras, te arriesgas. Arriesgas tus sentimientos cuando te declaras, arriesgas tu felicidad a la suya, y arriesgas tu vida sólo con tal de verle reír.
 
Es el levantarse cada mañana, ver que estás al lado de la persona de tus sueños, suspirar de felicidad, creer que todo es un sueño... y comprobarlo acariciándole el rostro mientras contemplas esos labios que te hacen experimentar cosquilleos en el estómago como ninguna otra sensación habías conocido. Y ver esa cara de ángel dormido, y soñar un futuro a su lado. Arrimarte a su oreja y susurrarle lo mucho que le/la quieres. ¿Hay algo más bonito?
Es el simple hecho de rozarle la mano, de entrelazar los dedos.
 
Es salir del trabajo y volver a casa agotado, con sueño, y enojado, y que él te sumerja en uno de esos cálidos abrazos mientras tú maldices a tu jefe, y que al cabo de un rato dentro de tu cabeza vuelen mariposas y sentir paz y tranquilidad. Tan sólo su abrazo era lo que necesitabas. Pero al soltarle, un escalofrío recorre tu cuerpo, volver a sentirte mal y cansada. Llegar a la cama con muchas ganas de dormir, pero querer quedarte hasta más tarde que él para poder contemplar su belleza, para poder admirarle/la sin que se dé cuenta.
 
Es saber que no lo encontraste por que fuera el más guapo de todos, sino porque a tí te parecía el mejor, en todos los sentidos. Porque es el mejor amigo que se puede tener, porque con tan sólo un abrazo suyo conseguirá que sonrías, porque te enorgullece saber que él siempre va a quererte, porque sabes que siempre estará ahí, porque sabes que él también quiere cumplir sueños contigo, porque sabes que para él (también) SÓLO EXISTES TÚ. Eso es lo más bonito que le pueden llegar a decir a una persona…
 
Es ir por el pasillo del instituto y notar esas pulsaciones a mil por hora al cruzártelo, o cuando las miradas se encuentran, cuando compartes con él una sonrisa, cuando ves que es imposible...
Darte cuenta de que el universo funciona porque él está a tu lado, ver que también él es feliz contigo, seguir adelante los dos.
Recordarle lo mucho que le quieres cada día, ¡porque eso es vital!
 
Presumir de poder estar juntos, saber que nada ni nadie os separarán, superar obstáculos, dejar pasar el tiempo. Porque un segundo no es nada, el tiempo no es nada si estás con él. El tiempo no pasa, el mundo se detiene, y sólo existe ese momento. TÚ Y ÉL, nada más.
 
Es querer abrazarle en todo momento, querer verle sonreír, sonreír por ti, feliz... tampoco es tan difícil. ¡Sólo pido un gesto! Una sonrisa que me transmita la magia que me hace falta para seguir, un abrazo que me demuestre que siente lo mismo, que me quieres, que nunca me vas a soltar. ¿Y esto suena cursi? Es la verdad que pueda desear cualquier persona que quiera ser feliz, es… inexplicable.
Es querer dormir con él, querer despertarte cinco minutos antes sólo para ver su rostro dormido, para poder acariciarle el pelo suavemente y verle sonreír. Es poder mirarle a los ojos y sentir una extraña sensación, un extraño subidón de adrenalina, ese sentimiento tan mágico.
 
Querer, amar. Es todo… es lo que te hace seguir, el motor que todo lo guía, las fuerzas de después de una caída, levantarte tan sólo con un objetivo: ver su sonrisa de nuevo, esa sonrisa que te da tanta fuerza, esa sonrisa que te estremece, que te hace sentir un cosquilleo en el estómago. ¿Un cosquilleo? ¿Realmente es eso? No... es inexplicable, imposible de describir, mágico… la mejor sensación que se puede sentir. Sí, mejor que la felicidad. Porque el amor es la felicidad, es lo que te puede hacer más feliz. El amor... esa persona. Tu mitad, alguien que te hace experimentar algo tan especial que no quieres dejar que acabe nunca. Porque quieres que cada día sea diferente, que no haya monotonía, que sea una relación especial, un amor de película convertido en un amor real. Es... increíble. 



PD: Puke rainbows, ya me sabe mal... 

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